Ha sido una grata sorpresa leer este libro Adicción de mi amigo del alma Juan Carlos García, pues su contenido y conceptos son expresados de manera acertada tanto en la experiencia personal como en lo psicológico, con una claridad producto del trasegar en las capas profundas del alma, con el invariable "dolor de crecimiento" que se nota por parte del autor. Por caminos espirituales diversos esta generación está clamando ese "retorno del hijo prodigo a la casa del Padre': Es llamativo como él evidencia en su escrito, lo polifacético de las adicciones en casi todos los niveles.

Hace unos cincuenta años o más, era excepcional saber de una familia en que un miembro hacía insufrible la vida en su núcleo y hoy, no hay familia en donde, de alguna forma, la adicción esté presente. La falta de sobriedad en la comida, el sexo, los afectos desordenados, el juego, el afán desmedido de dinero, ni se diga la pornografía, temas tocados desde diversos ángulos en este libro. Hemos de puntualizar que es la voluntad humana donde reposa la capacidad de recibir Amor y dar amor y es por tanto en donde se gesta y desarrolla esta epidemia de desamor, aún más y en todos esos vacíos de amor que luego se intentan llenar con toda clase de sucedáneos que lo empeoran más. La resolución está en el encuentro con Dios en su más simple expresión pasando indudablemente por el perdón como camino de sanación de la enfermedad que en su inicio es totalmente espiritual después emocional y mental y finalmente, se presenta con su expresión a nivel físico o del cuerpo en la enfermedad".