Islas en el Golfo tiene como protagonista a un típico héroe hemingwayano: Thomas Hudson, que se traslada durante los años de la segunda guerra mundial a la mítica Habana pre-revolucionaria, participa de esa extensa tensión entre el temor a la muerte y su exorcización mediante el peligro, entre el agudo sentimiento de la vaciedad de la existencia y la resuelta voluntad de buscar la plenitud de las sensaciones, que caracterizó al Premio Nobel de 1954 y, proyectivamente, a los personajes de sus fábulas.