Robert Louis Stevenson consideraba que el asunto central de las novelas de aventuras reside en la sensación de peligro. De ahí que los personajes se describan sólo en la medida en que son conscientes del mismo. Por eso, Stevenson no dudará en embarcar a Jim Hawkins, el héroe adolescente, audaz y valiente, en un viaje iniciéíico y de madurez repleto de peligras, a causa de un misterioso y codiciado mapa que escondía un fabuloso tesoro enterrado en una isla desconocida.