En tiempos en los que la comunicación pareciera resumirse en 140 caracteres, existe una constante negativa al desarrollo lingüístico de los seres humanos que parecieran empeñarse en minimizar su vocabulario y léxico de manera constante, y en donde, los medios de comunicación y los formadores de opinión en lugar de contribuir, destruyen. Pese a esto, la exigencia de la vida moderna es constante y en su rol pretende oradores impolutos, con un manejo de las formas y los fondos completamente opuestos a todo lo anteriormente mencionado. Para quienes no viven de la "palabra", la demanda es imparable. Y para aquellos que sí, propagar y difundir el mensaje que justifica su gestión y suma de esfuerzos, los expone a verdaderas "guillotinas" y "balaceras" de preguntas, de peligrosa respuesta, escraches y demás manifestaciones que pueden derribar aún al más afanoso de los oradores. El presente libro pretende de manera práctica, sencilla, tangible y visceral, transmitir a través de conceptos claros, ejemplos y ejercitación, una forma de encarar la oratoria más cercana a una actitud de vida, que nos permita pararnos frente a cualquier tipo de público y descubrir en la palabra, una nueva y potente fortaleza.