En mayo del 2023 la Organización Mundial de la Salud declaró el fin de la emergencia de salud pública causada por la pandemia de covid-19. Habían pasado tres años y medio desde que se declararan los primeros contagios, en 2019. El campo de los museos y del patrimonio cultural se vio directamente afectado. Cerraron museos y se cancelaron las actividades patrimoniales. Tras la parálisis inicial se reanudaron las actividades, siguiendo las medidas establecidas por los gobiernos, cuyo objetivo era alcanzar una nueva normalidad. Esta comenzó a hacerse efectiva en 2022. Durante ese periodo de cierres y restricciones, los museos y los agentes patrimoniales llevaron a cabo una serie de estrategias encaminadas a mantener vivas sus infraestructuras y actividades. Y de esas estrategias trata esta publicación.