Este libro parte de la premisa de que las nuevas prácticas médicas invitan a reformular los valores y por tal motivo le apunta a un diálogo entre la bioética y la filosofía. La autora plantea: lo que está en juego es saber si queremos preservar una civilización fundada sobre los valores de la igualdad de oportunidades, de la promoción de la novedad, de la solidaridad entre generaciones y sobre el rechazo de la instrumentalización de la esclavitud o de la instrumentalización de los seres humanos