Puedo decir con seguridad al lector que este libro pone en sus manos un muy generoso, preciso y claro conjunto de categorías jurídico-penales propio de un Manual de la materia. Insisto, este es uno de los mayores logros del trabajo que comento.

Esta es una nota que pongo de relieve, pues muchos libros de «casos» con frecuencia proponen un conjunto de «casos», es decir, supuestos hechos con relevancia penal, pero no desarrollan una teoría del análisis y resolución del caso; el libro, en la segunda parte, analiza y explica la cuestión; allí se expone sobre el mecanismo de «subsunción», como proceso de vinculación conceptual en norma y hecho; se explica cómo funciona el proceso lógico de conexión entre la norma que es dato abstracto y el hecho como dato singular.

Y a los fines de ilustrar la idea se paropone un ejemplo como «hipótesis de trabajo», que sigue los pasos analíticos de la teoría del delito, que los autores denominan «programa secuencial» y «se verifica mediante una serie de pasos lógicos y ordenados».

Algo también importante, que puede parecer un detalle menor: «los hechos son inmutables!». Es frecuente que cuando se trabaja con este sistema, que alumno haga la pregunta: y, ¿cómo se prueban los hechos? En otras palabras, hay que convenir que los hechos son los presentados como «caso». Ello es así, porque en un curso de derecho penal se enseña a pensar el hecho en función de la ley penal; en los cursos de teoría del derecho procesal penal se aprende, se estudia cómo se prueba desde el punto de vista jurídico.

Nelson R. Pessoa