La publicidad, en ningún caso, tiene la intención de utilizar de forma denigrante la imagen social de la mujer.
Únicamente se aprovecha de usos, costumbres y representaciones sociales aceptadas por el público al que se dirige, ya que tiene un objetivo primordial: vender el artículo anunciado. Los estereotipos femeninos que actualmente utiliza La publicidad, obedecen indudablemente a una construcción cultural de nuestra sociedad. Este libro analiza este fenómeno que cada vez más es motivo de legítima protesta por parte de diferentes colectivos, y expone ampliamente la forma en que la publicidad de principios del siglo XXI utiliza la representación femenina en sus anuncios, de acuerdo a unos condicionantes que son ya característicos de nuestra sociedad.