A principios de 1900, las enfermedades como la fiebre aftosa en el ganado bovino, algunos cánceres en animales y la "fiebre amarilla" en los humanos ya se había demostrado que eran causados por virus filtrables. La comunidad científica supo que había un nuevo grupo de patógenos peligrosos y fue entonces cuando el término virus, que significa "veneno", quedó permanentemente asociado con esta "forma de vida". Básicamente, los virus son entidades con información genética en el ADN o en el ARN, que les asegura su continuidad de sobrevivencia y les permite replicarse eh el interior de las células vivas, utilizando los mecanismos propios de éstas.

En esta obra se estudian las enfermedades producidas por virus, tanto los que están constituidos de ADN como aquellos de ARN. Ejemplos de los primeros son los adenovirus, que causan gastroenteritis y meningoencefalitis; el virus del papiloma humano (VPH), algunas de cuyas cepas ocasionan cáncer genital y rectal; el herpesvirus, que produce lesiones en la mucosa oral o genital; el virus de Epstein-Barr, causante de la mononucleosis infecciosa; el de la viruela y el de la hepatitis B.

Ejemplos de los virus de ARN son, por ejemplo, los reovirus, que producen infecciones respiratorias y gastroenteritis infantil; los enterovirus, que producen la poliomielitis y el resfriado común; los virus de la hepatitis A, C y E; el virus de la rubéola; el virus de la leucemia y del sida; el de la fiebre amarilla y otros más.

Al final se trata el tema sobre la defensa que tienen los animales y el hombre contra las infecciones virales, como son la inmunidad y el ARN de interferencia, así como el de la zoonosis, factor principal que contribuye a la aparición de nuevos patógenos en la población humana, debido al aumento en el contacto entre estos y los animales silvestres.