Para los niños los padres son la base de su seguridad y el apoyo en su crecimiento, de ahí que una de las circunstancias más estresantes para ellos sea enfrentar el divorcio de sus padres y los conflictos que se derivan de éste. El divorcio no sólo impacta a los hijos en forma emocional, sino que muchas veces su vida cotidiana, social y escolar experimenta cambios drásticos que se manifiestan también en la nueva relación familiar que tendrán los niños de ahí en adelante y tal vez hasta en una situación económica distinta a la que estaban acostumbrados.

Este libro aborda el tema penoso y complicado de la ruptura matrimonial y los efectos que produce a corto y largo plazos en niños de edad preescolar y escolar, así como adolescentes. La autora explica cómo a través del diálogo y los padres pueden llegar a acuerdos específicos acerca de los hijos y mitigar los afectos del divorcio y los sentimientos de pérdida, tristeza, abandono o rechazo que suelen tener los niños en ese trance, manteniendo ambos padres el contacto y la comunicación con ellos.

De esta forma, el grado de impacto que el divorcio tenga en los hijos dependerá del modo como los padres se enfrentan al proceso. Si los niños cuentan con el apoyo tanto del padre como de la madre, quizá los afectos a largo plazo puedan ser mínimos y los niños o adolescentes logren asimilar su nueva situación familiar y adaptarse a ella.