Realización de una idea de novela, esbozada por Morelli (una suerte de doble de Cortázar), en el capítulo 62 de Rayuela. Liberada de la causalidad psicológica y de las limitaciones de tiempo y espacio, la narración transcurre indistintamente en París, Londres o Buenos Aires. En ella Cortázar lleva al extremo la experimentación iniciada con su anterior novela, consiguiendo uno de los proyectos más ambiciosos y originales de la literatura en lengua española. Así, por debajo de la insensatez y la arbitrariedad de las conductas, vemos asomar una forma de coherencia, una figura coherente que involucra a los protagonistas y los trasciende. Imprescindible.