Es una guía para los especialistas cuando seleccionan objetivos de intervención, así como para maximizar las oportunidades de los niños y sus familias, ayudando a los primeros a obtener conductas de adaptación y solución de problemas para su desenvolvimiento independiente. Para la medición del desarrollo infantil, el instrumento aborda seis dominios clave: Motriz grueso, Motriz fino, Cognoscitivo, Social, Adaptativo y de Comunicación social.
Consta de una prueba AEPS, así como de herramientas paralelas de evaluación y valoración que pueden manejarse con las familias; metas para planes de educación personalizada y de ayuda familiar, métodos de desarrollo de planes de intervención, etc. Puede emplearse con niños que presenten síndrome de Down, parálisis cerebral, trastornos del SNC, epilepsia, deficiencias sensoriales y retrasos en el desarrollo; del mismo modo que con niños prematuros, hijos de padres farmacodependientes o adolescentes, etc.