Encontrar la paz en este momento, ahora, con lo que nos está pasando, es la meta diaria de muchos de nosotros. Para lograrlo, debemos poner toda nuestra atención y la voluntad en aceptar lo que nos pasa. La aceptación tiene la condición de permitir que aquello que aceptamos, se mueva, se vaya.
Aceptar es tener una actitud amorosa. Y el amor clarifica, sana, abre, nos fortalece.
Este es un paso de la mente al corazón, renunciando a tener razón y aceptando que amar lo que nos pasa es el primer paso para nuestra liberación espiritual.