Nada podría quedar más alejado de Hollywood que este pueblito en el valle del Shenandoh, y eso es exactamente lo que ha estado buscando Cilla Mcgowan para congraciarse con el pasado y romper el maléfico que parece pesar sobre las mujeres de su familia. Su abuela, Janet Hardy, una gran estrella de la época dorada del cine, con una voz de oro y una vida tumultuosa, se suicido por sobredosis todavía joven. Su madre, una mujer manipuladora y con varios matrimonios, solo ha vivido por y para ser una celebridad. La propia Cilla saboreo la fama de niña y adolescente, hasta que decidió dar un vuelco a su vida: alejarse del cine y convertir una afición, remodelar casas, en su nuevo oficio