Aproximadamente en el año 1,100 de la era cristiana, el pueblo azteca comenzó una peregrinación por orden de su dios, buscando el lugar que indicada el mito para fundar su capital y construir el imperio. En su camino pasaron por diferentes lugares hasta llegar a orillas del lago Texcoco, en el valle de México, donde los sacerdotes reconocieron el lugar indicado y fundaron Tenochtitlan. A lo largo de dos siglos construyeron un vasto imperio, utilizando su ingenio y talento para vencer y aprovechar una geografía desfavorable.