Parece que se ha dicho todo sobre Casanova, jugador impenitente, dado al goce con insolencia. ¿Se ha dicho todo? Releamos sus memorias, "Historia de mi vida". El libertino aparece allí exaltado por su propio texto, a la vez transparente y misterioso, epopeya ardiente de una vida situada bajo el signo de la voluptuosidad. La reputación demoníaca de este libro -que no es citado en ningún manual de literatura- no ha podido ser usurpada. Único en su libre diversidad, es ante todo una sedición solitaria contra la ley, una subversión implacable del orden por detrás del disfraz del placer. Corinne Maier muestra que la composición de esa obra no obedece a un capricho de esteta. En apariencia descuidada, está construida sabiamente y teje una red de temas que se corresponden. La autora despeja una suerte de criptograma de la obra, estudia la imagen quebrada del retrato que el veneciano hace de sí mismo y reencuentra a un Casanova integral, fascinado por la muerte y la decadencia.