Allá por 2013, Samuel me encomendó que le escribiera unas líneas para presentar su primer libro. El pedido obedecía a una relación que databa del año 2002, cuando él se acercó al recuperado diario Comercio y Justicia, del cual yo era editor, para proponer una columna semanal sobre el tema que lo apasiona: la mediación. Esa pasión sigue tan vigente hoy como entonces y aquella propuesta mantiene el interés de los lectores como siempre. Por esa misma relación, el autor me vuelve a solicitar unas líneas para su segundo trabajo editorial: esta vez, un compendio de todos los casos que el diario ha publicado durante 2020, un año tan particular, tan especial y tan terrible, atravesado por la pandemia que, aún con toda la esperanza, nos sigue preocupando. Incluso así, este flagelo no nos impidió imaginar, coordinar y dar a luz una edición especial, conceptuosamente recibida por los lectores, incorporada a este trabajo. Sé que para Samuel esta tarea no ha sido sencilla, conociendo el perfeccionismo que casi lo obsesiona por brindar siempre a sus lectores, lo mejor. Igualmente sé que después de haber leído y releído; evaluado y reevaluado cada texto seguramente se ha quedado con ese apetito insaciable de seguir buscando la excelencia. Como editor de la columna, reconozco que la tarea de compilación debe haber sido ardua, con el recelo por honrar a cada autor y a cada trabajo. Pero igualmente reconozco que este nuevo libro de Samuel servirá como referencia para la temática y de invalorable reflejo para una actividad que, con todas las dificultades que nos planteó la emergencia sanitaria, ha podido allanar caminos y aportar soluciones.