*Casi siempre la máxima expresión de la felicidad o de la desgracia es el silencio.
Como el drama, el relato corto se ajusta al proyecto literario de Chejov: -No he adquirido una perspectiva política, ni filosófica, ni religiosa sobre la vida. Tengo que limitarme a las descripciones de cómo mis personajes aman, se casan, tienen hijos, hablan y se mueren-. El genio de Chejov estalla en esas pinceladas, retazos de vida crepusculares, pesimistas, a veces irónicos y siempre lºcidos, reflejo de una realidad que comienza a disolverse envuelta en su mediocridad y falta de aliento.
El Premio Pulitzer 1996 Richard Ford ha desempeñado, paralelamente a su trayectoria como narrador, la monumental tarea de editar la obra de Antón Chejov. El presente volumen toma como referencia su trabajo y ofrece al lector hispanoparlante una antología de los mejores cuentos del escritor ruso, formidablemente vertidos a nuestra lengua.