El Conde Lucanor fue escrito, posiblemente en su mayor parte, en el castillo de Molina Seca, hoy Molina de Segura, en Murcia, pues en la época en que se escribe, tanto el recinto amurallado como la villa, formaban parte de los dominios del Infante Juan Manuel, donde pasaba largas temporadas. La importancia del enclave residía en que se hallaba a escasas leguas de Murcia capital, en el camino de su entrada desde él.
El propósito didáctico y moral es la marca del libro. El conde Lucanor empieza la conversación con su consejero Patronio, planteándole un problema Un hombre me ha hecho una propuesta o Temo que tal o cual persona intenta y solicita consejo para resolverlo. Patronio siempre responde con gran humildad, asegurando no ser necesario dar consejo a una persona tan ilustre como el conde, pero ofreciéndose a contarle una historia de la que este podrá extraer una enseñanza para resolver su problema. Los cuentos son exempla, género asentado en la tradición literaria medieval.
Prologo
Cuentos
I. Lo que sucedió a un rey con un ministro suyo
II. Lo que sucedió a un honrado labrador con su hijo
III. Del salto que dio en el mar el rey Ricardo de Inglaterra, peleando contra los moros
IV. Lo que dijo un genovés a su alma al morirse
V. Lo que sucedió a una zorra con un cuervo que tenia un pedazo de queso en el pico
VI. Lo que paso a la golondrina con los otros pájaros cuando sembró el hombre lino
VII. Lo que sucedió a una mujer llamada doña Truhana
VIII. Lo que sucedió a un hombre al que le tuvieron que limpiar el hígado
IX. Lo que sucedió a los dos caballos con el león
X. Lo que sucedió a un hombre que por pobreza y falta de otra cosa comía altramuces
XI. Lo que sucedió a un dean de Santiago con don Illan el mago de Toledo
XII. La zorra y el gallo
XIII. Lo que sucedió a un hombre que cazaba perdices
XIV. El milagro que hizo Santo Domingo cuando predico en el entierro del comerciante
XV. Lo que sucedió a Lorenzo Suárez en el sitio de Sevilla
XVI. La respuesta que dio el conde Fernan González a Nuño Lainez, su pariente
XVII. Lo que sucedió a un hombre que tania mucha hambre, a quien covidaron por cumplido a comer
XVIII. Lo que sucedió a don Melendez de Valdes cuando se le rompio la pierna
XIX. Lo que sucedió a los cuervos con los buhos
XX. Lo que sucedió a un rey con un hombre que le dijo que sabia hacer oro
XXI: Lo que sucedió a un rey mozo con un gran filosofo a quien a su padre le habia encomendado
XXII. Lo que sucedió a el leon y el toro
XXIII. Lo que hacen las hormigas para mantenerse
XXIV.Lo que sucedió a un rey que quiso probar a sus tres hijos
XXV. Lo que sucedió al conde de Provenza, que fue librado de prisión por el consejo que le Saladino
XXVI. Lo que al árbol de la mentira
XXVII. Lo que sucedió con sus mujeres a un emperador y a Alvar Fañez Minaya
XXVIII. Lo que sucedió a don Lorenzo Suárez Gallinato en Granada
XXIX. Lo que sucedió a una zorra que se tendió en la calle y se hizo muerta
XXX. Lo que sucedió al rey Abenabet de Sevilla con su mujer Romaiquia
XXXI. La sentencia que dio un cardenal a los canónicos de París y a los franciscanos
XXXII. Lo que sucedió a un rey con los picaros que hicieron la tela
XXXIII. Lo que sucedió a un sacre del infante don Manuel con al águila y una garza
XXXIV. Lo que sucedió a un ciego que conducía a otro ciego
XXXV. Lo que sucedió a un mozo que caso con una muchacha de muy mal carácter
XXXVI. Lo que sucedió a un ciego que conducía a otro ciego
XXXVII. La respuesta que dio el conde Fernan Gonzales a su gentes después de vender la batalla de Hacinas
XXXVIII. Lo que sucedió a un hombre con las golondrinas y los gorriones
XXXIX. Lo que sucedió a un hombre con las golondrinas y los gorriones
XL. Por que perdió su alma un senescal de Carcasona
XLI. Lo que sucedió a un rey de Córdoba llamado Alhaquen..