Los cuentos de este volumen fueron seleccionados por el mismo autor, en 1938, cuando se publicaron en Buenos Aires. En todos ellos Casaccia realiza un trabajo de disección de sus personajes para mostrarlos tal cual son, y se vale, para pintarlos mejor, de un lenguaje muy sencillo, casi desposeído de adornos superfluos.

Criterio Ediciones presenta este volumen de cuentos de Gabriel Casaccia, que fueron seleccionados por el mismo autor, en 1938, cuando se publicaron en Buenos Aires. Fue este libro el que le valió el reconocimiento de ser iniciador de la literatura contemporánea en Paraguay. Casaccia realiza un trabajo de disección de sus personajes para mostrarlos tal cual son, y se vale para ello de un lenguaje muy sencillo, casi desposeído de adornos superfluos. Por ello resulta tan fácil identificar a sus criaturas con esos campesinos que aún transitan por los pueblos del interior o con el paraguayo en general.

Ese minucioso trabajo sicológico demuestra que, a casi 70 años de su publicación, sus cuentos siguen tan vigentes como cuando él los escribió porque, esencialmente, la situación social, ni la económica, se han modificado.

Es palpable que algunas condiciones externas han cambiado en el Paraguay desde 1938. La luz eléctrica y los medios modernos de comunicación abrieron al mundo la mente del paraguayo anónimo, pero no han desalojado de ella supersticiones y sentimientos tan antiguos como la ira, los celos, la envidia y otros que conviven con el amor, la solidaridad y generosidad. Los primeros tienen su razón de ser, porque sin esas sombras que completan al ser humano, imperfecto desde su creación, los otros no tendrían el mismo brillo.