Paisaje es una palabra ambigua; denota simultáneamente un ambiente definido en sus caracteres geográficos y sus representaciones simbólicas. Precisamente en esta ambigüedad reside su seducción: la sensibilidad paisajistica atraviesa la cultura moderna articulando las más variadas fuentes (estéticas y morales, científico-técnicas, sociales y políticas). Se trata de una noción contingente, que condensa los modos culturales modernos de acercamiento al mundo natural. Para que exista un paisaje no basta con que exista "naturaleza"; es necesario un punto de vista y un espectador; un relato que de sentido a lo que se mira y experimenta como actor y como espectador. El resurgimiento de los estudios sobre paisaje en los ámbitos de la historia cultural, de la geografía y de la arquitectura, la coloca nuevamente como camino significativo para repensar las relaciones entre los artefactos humanos y la naturaleza. A pesar de esta nueva centralidad cultural, resultan escasos los textos en lengua española que ofrezcan una introducción al tema que no clausure la riqueza de sus múltiples sentidos. Este ensayo presenta diferentes problemas implicados en la idea de paisaje, analiza la historia de su concepción moderna y recorre tópicos de larga duración y enfoques contemporáneos: arquitecturas y textos literarios, discursos científicos, representaciones cartográficas y pinturas de género, culminando en las versiones más recientes del land art o de la ideología ecologista.