A lo largo de los clásicos veinteseis sermones, Khalil Gibran (1883-1931) elige a un profeta como portavoz para develar todos los misterios que existen entre el nacimiento y la muerte . El profeta habla a su pueblo del amor, la familia, los hijos, el matrimonio, el tiempo, la amistad, la fe.
Todos los textos están enlazados por la idea de que Dios está dentro de cada uno como un ser superior, al que se llega a través de un profundo trabajo espiritual.