Su poemario Encierros expresa ese transitar íntimo/extimo, en el cual lo interior y exterior se atraviesan mutuamente, se expresan como un todo y parte de un todo, un sinfín de entradas y salidas. Ella misma asume ese desafío laberíntico asida a un hilo de Ariadna, el cual se va desovillando como el hilo conductor que orienta sus pensamientos, deseos y sentimientos en estos hondos versos. Por eso, ella tiene una salida para sí misma y para nosotros, plasmada en este nuevo libro suyo, una obra de sus pujantes convicciones de esperanza, de su capacidad de rumiar las angustias y soledades, las incertidumbres, las estadísticas diarias de contagios y fallecimientos de esta apocalíptica pandemia, y de convertirlas en sereno denuedo que nos llevará pacientemente a despojarnos de este cautiverio. (Osmar Sostoa Luraghi)
En esta obra poética, Maricruz nos pone frente a palabras como Inventario (de los que aún respiramos), dice que somos el Resto vivo, y pide Tregua para seguir Mudando, ¿cómo no desatar la lluvia de los ojos que a fuerza de penas se contiene cuando hemos perdido a tantos seres queridos, víctimas de esta epidemia, y quedamos Heridos, y surgen Extrañamientos. (Estela Franco Guerrero)