Nada menos que un genio visionario, Antoni Gaudí fue el creador de edificios y estructuras bizarros, atrevidos y , en todos los casos, sumamente bellos. El uso dramático que Gaudí hizo de los colores, materiales y formas introdujo gradualmente en la ciudad catalana de Barcelona una identidad única, y resulto ser una de las arquitecturas más originales y distintivas del Siglo XX.