Mediante doce ensayos que recogen reflexiones académicas y profesionales ocurridas a lo largo de casi tres décadas, el presente libro discurre a través de una serie de temas relativos a la crítica situación del diseño y sus valores en la enseñanza y la práctica, cimentados todavía en paradigmas que ya evidencian una completa decadencia. Un lenguaje arquitectónico nuevo, que expresivamente comunique y realice una amorosa integración e interacción asociativa con el paisaje natural, debe ser el objetivo del diseño en el siglo XXI.