La puta de Babilonia como llamaban los albigenses a la Iglesia de Roma segun la expresion del Apocalipsis saca a la luz el voluminoso sumario de los crimenes perpetrados en nombre de Cristo por su Iglesia desde el ano 323 mandando a la hoguera a quienes disentian de sus opiniones o se oponian a su dominio acusandolos de herejia en tanto el Papa de turno se declaraba Pontifice Maximo y Vicario de Cristo en la Tierra. Ya en nuestros dias Juan Pablo II dedico sus ultimos anos de pontificado a pedir perdon por un centenar de esos crimenes. Una obra que desmitifica y agrieta los pilares de una institucion que invoca la entelequia de Dios o la extrana mezcla de mitos del Oriente que llamamos Cristo cuya existencia real nadie ha podido probar.