No hay nada más grato que contar chistes. Además, ser el tipo ingenioso y divertido de la reunión nos levanta la autoestima como lo dijo el psicólogo, y yo le creo, y usted no es de los que pasan desapercibidos sino de aquellos que siempre se destacan. Pues bien, ¿cómo hace para lograr eso? Muy sencillo: debe andar pertrechado con una batería de chistes que no se termine nunca y le quede una reserva para contar y contar hasta que las velas no ardan.
Ningún tema o lugar lo encontrará desprevenido, porque el chiste que usted quiere contar sobre cualquier asunto está en este volumen.