En el inédito umbral de la crisis de la cultura moderna, Nietzsche se ofrecía al siglo venidero bajo un doble signo: como fruto tardío y, al mismo tiempo, como hijo prematuro de una aurora todavía por construir. La tarea de este libro es arrojar luz sobre este terrible espacio de la inteligencia crítica contemporánea desde el que Nietzsche invitó a reflexionar a la cultura filosófica del siglo XX.