Niños que no aprenden. Niños que portan historias difícilmente simbolizables. Privados de la curiosidad, del deseo de incorporar novedades y de transformarse en actores de sus producciones, llevan la marca de la desesperanza que padecen y generan en su entorno familiar y escolar.
Para diseñar líneas de intervención psicopedagógica es necesario formular hipótesis que ofrezcan sentido clínico singular a la especificidad del problema de aprendizaje que padece el niño.
Así es posible evitar los costos psíquicos que produce la incertidumbre de un diagnóstico insuficiente. Este libro ofrece elementos para diagnosticar clínicamente sus padecimientos.
Los autores –miembros del Programa de Asistencia a Niños con Problemas de Aprendizaje dependiente de la cátedra de Psicopedagogía Clínica de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires– proponen elementos teóricos e instrumentales para la profundización del marco conceptual necesario para el diagnóstico psicopedagógico.
En los diversos capítulos se revisan sus procedimientos técnicos, se reformulan las lecturas de algunos instrumentos clásicos –como los tests proyectivos y de inteligencia– y se ofrecen reflexiones de articulación teórico-clínica que permiten comprender las restricciones simbólicas como fallas en la constitución psíquica, que requieren un diagnóstico y tratamiento específicos.
Los historiales clínicos que se presentan son interpretados reinscribiendo las restricciones cognitivas en relación con aspectos estructurales de la constitución subjetiva y estableciendo relaciones significativas entre las perturbaciones en la producción simbólica de un sujeto, los antecedentes histórico-libidinales que les dieron origen y las formas de asistirlos.
En los distintos capítulos se presentan historiales clínicos, se proponen formas para interpretarlos y se reconstruyen en los distintos capítulos, experiencias clínicas y fundamentos teóricos de su quehacer cotidiano.