Al comenzar el siglo veinte, una polémica entablada a través de la prensa enfrentó dos visiones del pasado e influyó en forma profunda y duradera sobre la interpretación de la historia paraguaya y la valoración de sus protagonistas.
En una serie de artículos publicados en el diario El Cívico, Cecilio Báez, uno de los intelectuales más respetados de la época, acometió la tarea de "despertar el espíritu cívico" de sus conciudadanos, denunciando el despotismo que a lo largo de siglos había convertido a los paraguayos, a su juicio, en "seres sin voluntad ni discernimiento". Desde las páginas de La Patria le respondió un joven periodista, Juan E. O'Leary -bajo el seudónimo de Pompeyo González- que lo acusó de "negar las glorias de su patria" y rechazar "la santidad de la causa" defendida por el pueblo paraguayo en la Guerra contra la Triple Alianza.
La polémica trascendió rápidamente los círculos intelectuales: las discusiones se prolongaban en el hogar. En los cafés, los concurrentes defendían sus ideas a botellazos, con tazas y sillas. Grandiosas manifestaciones populares recorrieron las calles, aclamando a uno y otro bando, a uno y otro de los polemistas", recordaba Natalicio González.
Los artículos de Báez fueron reunidos poco después de su aparición en el libro La tiranía en el Paraguay. Los de O'Leary -recopilados por Ricardo y Sebastián Scavone Yegros- nunca hasta ahora habían vuelto a publicarse. El presente volumen, en el que conviven por primera vez los escritos de ambos, incluye también los antecedentes de la polémica, desatada por un texto de Báez publicado en El Paraguayo. Para la segunda edición, se incorporaron a esta sección otros artículos que aparecieron con anterioridad a la gran controversia.
La contraposición de estas visiones del pasado nacional permite al lector formar su propio juicio y subraya la vigencia de las preguntas planteadas por Liliana Brezzo en el estudio crítico que da comienzo al libro: "¿Hasta qué punto debe influir el amor por la propia nación en el ejercicio de la historia? ¿Deben los historiadores analizar el hecho histórico partiendo de unos presupuestos nacionales? ¿Tiene el historiador una especial responsabilidad en la formación y la consolidación de una nación, de una patria, de un país?"