Cuando Hall Bregg -protagonista de Retorno de las estrellas- regresa a la Tierra tras una arriesgada expedición de diez años en una galaxia lejana, se encuentra con un planeta en el que, en virtud de la contracción del tiempo einsteiniana, han pasado ciento veintisiete años, a lo largo de los cuales se han producido variaciones sustanciales en la especie humana, en la sociedad y en las ideas y comportamientos, que lo convierten en un anacronismo viviente. Basándose en estas premisas, Stanislaw Lem construye en esta novela una poderosa fábula en torno a la soledad del ser humano y a su aislamiento, en suma, tanto respecto al pasado como al futuro.