Un indio diaguita aparece en la respetable comunidad de Villa Tesei. Su aspecto y sus disonantes costumbres escandalizan a los vecinos. Jerónimo, es su nombre, desempeña su oficio de jardinero de un modo muy particular. Su principal interlocutor es Lito, un huérfano de nueve años que vende diarios, pero el indio habla también con animales y vegetales, se niega a exterminar a la hormigas y prefiere convencerlas de que no se conviertan en plaga; por medio d ella palabra hace crecer flores, arboles y plantas. Pero el verdadero escándalo radica en las ideas que transmite a su particular discípulo.