Novela de apariencia ligera, sutil, tal como una acuarela o como un espejo que refleja una época muy conocida. Con la figura del Dictador presidiendo todas las páginas, y sus imitadores que actúan como él lo hacía, la vida en esta aldea de penitentes discurre tranquila para los sumisos. Los otros desaparecen y los astutos, como la pruebera, hasta triunfan, claro que a costa de algunos sufrimientos.