A partir de la dualidad razón-sentimiento enmarcada en esa remota relación Apolo-Dioniso, lo racional y lo emotivo, este ensayo explora una de las cuestiones fundamentales en la arquitectura moderna: la paradoja permanencia-cambio que encontramos en la naturaleza pero también en la obra arquitectónica y en el arquitecto. En un recorrido por las obras de extraordinarios exponentes de la arquitectura moderna como Gunnar Asplund, Juan Antonio Coderch, Adalberto Libera, Javier Ferrándiz, Frank Lloyd Wright, Thomas Rietveld, Le Corbusier, Konstantin Melnikov, Alvar Aalto y Ludwig Mies van der Rohe, este ensayo nos muestra cómo la oscilación hacia Apolo o Dioniso lleva a definir el temperamento de la arquitectura, pero también a comprender que la arquitectura no se rige por reglas inamovibles sino por la visión subjetiva y la compleja personalidad del artista.
Explica cómo el artista es capaz de hacer convivir el entorno y la obra arquitectónica a través de la óptica de unidad-fragmento: analiza el Hospital de Venecia de Le Corbusier, y la manera en que lo inserta dentro de esta ciudad como una obra fragmentaria, y también analiza la casa de Melnikov, en Moscú, ejemplo de una obra autónoma que podría ser trasladada a otro lugar.
Introducción
- La permanencia y el cambio
- La proximidad y la distancia
- La unidad y el fragmento
- La precisión y la vaguedad
- Conclusión