Prólogo

El tiempo vuela. Usted está a punto de empezar a leer la tercera edición de Artroscopia del Hombro. Pocos de nosotros recordamos la primera edición. Escasos son aquellos que recuerdan qué significó hacer la artroscopia del hombro, déjenlos escribir un libro acerca de ello 30 años atrás.

El verdadero increíble servicio, el cual actualmente podemos rendirse a través de las intervenciones artroscópicas, iniciado como un arte: una aplicación de la habilidad inusual, conocimiento y devoción a los seres humanos en una actividad creativa. Para un suizo, las similitudes de lo que trajo la revolución de la paz con la artroscopia y lo que trajo la revolución de la paz con las técnicas AO de fijación interna de fracturas son impresionantes: en base a que había pocos cirujanos convencidos que las técnicas actuales de tratamiento no son realmente efectiva y molestas para algunos pacientes. El “estado de arte” menosprecia los pensamientos de afuera de la caja y descarta el potencial del progreso tecnológico. Para darse cuenta de los avances increíbles en la medicina, estos cirujanos devotos a sus habilidades, conocimiento y personalidad a su convicción. Con respecto a su ambiente, ellos tienen el privilegio de probar que Gandhi estaba en lo correcto: Primero te ignoran, después se ríen de ti, luego pelean contigo y por último, ganas.

El papel artroscópico no se desarrolló por suerte: el interés y la exigencia del paciente, el desarrollo de la habilidad, el avance tecnológico en colaboración con compañeros industriales, la valoración de los resultados y último pero no menos importante, la enseñanza y enseñar lo que parecía ser difícil para la comunidad, fue la base del éxito. Para los observadores actuales, es interesante observar que ni las dos revoluciones trajeron algo como tampoco fueron bastante asistidos por las publicaciones pioneras en journals con factores de alto impacto o por cualquier prueba basada en la valoración médica. Ambas vinieron después del hecho, y en un ambiente que es muy crítico a cualquier cambio, no debemos olvidar que no todos los cambios son un progreso pero un progreso sin cambio es imposible.

Con Lanny Johnson, Hardvar Ellman, Jim Esch y unos varios pocos, el Dr. Snyder ha sido, y es, un pionero de la artroscopia del hombro. Agradecidamente reconozco haber aprendido mis primeros pasos en artroscopia de hombro de un amigo quien siempre ha compartido prioridad de valores y responsabilidades, tales como esas de una familia. La escuela que él creó se caracteriza por un enfoque metódico y bastante racional para valorar y tratar los problemas del hombro. Él ha renunciado al espectáculo en favor de la confiabilidad y reproducibilidad, usado y enseñado las técnicas artroscópicas que pueden reproducirse y usarse como una base muy sólida por cualquier estudiante interesado y dedicado. Él ha descrito entidades tales como las lesiones de SLAP y del tipo PASTA, soluciones poco convencionales y avanzadas, tales como las reconstrucciones de injerto en desgarros masivos, ha creado un laboratorio de aprendizaje y su modelo de hombro “Alex” es testimonio de su devoción a enseñar artroscopia de hombro. También ha sido constante. Felicito a los autores del SCOI en su libro y espero que puedan aceptar que agradezco su personalidad mentora para haber avanzado a la artroscopia de hombro a un punto donde tengo un desgarro de manguito grande de mi brazo dominante reparado con confianza artroscópicamente.

Christian Gerber, MD, FRCS.