¿De dónde vienen los productos que consumimos? ¿Qué contienen los alimentos que compramos? Parecen preguntas sencillas y; sin embargo; sabemos muy poco de los elementos que componen nuestra bolsa de compra. Las etiquetas de los alimentos que adquirimos suelen ser ininteligibles para el consumidor medio y resulta virtualmente imposible saber de dónde vienen las materias primas con las que fueron elaborados. La opacidad sirve a menudo para ocultar las deficiencias nutritivas de los alimentos; la toxicidad de los detergentes y cosméticos o el despilfarro que suponen los embalajes; así como las desiguales dinámicas entre el Norte y el Sur global.