Para la autora, el modelo escolar actual ya no responde a las necesidades educativas de las nuevas generaciónes. En su opinión, es prioritario diseñar formas de enseñanza acordes con los medios de comunicación, computación y telecomunicaciones de que dispone hoy en día la sociedad, y enfocarlas al desarrollo de competencias profesionales que permitan a los estudiantes aprender para la vida.

Pero ¿qué tipo de escuela debe construirse para lograr ese cambio?

La autora considera que el pensamiento prospectivo juega un papel fundamental en la tarea de enseñar a los estudiantes a utilizar la lógica de manera sistemática y diversa, con el fin de analizar las situaciones de la vida; así como desarrollar técnicas para reflexionar acerca del mundo y cuestionar los hechos con sentido crítico.

El objetivo es que los estudiantes en formación sean capaces de conciliar el conocimiento y los afectos, es decir, manejar adecuadamente la inteligencia emocional y explorar los recursos actuales para construir posibilidades futuras. Este libro fue escrito para servir a los maestros de todos los niveles educativos, pedagogos, psicólogos y público en general.