En los últimos cuarenta años el arte de contar cuentos se ha desarrollado y profesionalizado en nuestro país, y ha dado lugar a un redescubrimiento de la narrativa oral. A los docentes, así como en otra época a los abuelos, les cabe una tarea tan singular e importante como la de introducir a los niños en ese universo imaginario, de gran repercusión no sólo en el orden del aprendizaje sino en el de la formación de la persona en general. El presente libro recoge la amplia experiencia de la autora en este campo, ofrece ejemplos y sugerencias útiles a la hora de relatar y expone los recursos técnicos con que cuenta el narrador oral. Asimismo esta actividad, desarrollada fundamentalmente como una praxis, recibe aquí una adecuada conceptualización. En el texto se traza un panorama exhaustivo de las distintas tipologías del género narrativo, de las diversas maneras de contar y de sus múltiples fuentes. A diferencia de los narradores rurales que conocen historias y mitos de su pueblo, los de la ciudad se nutren principalmente de la literatura. La autora, quien se inscribe dentro de esta corriente urbana, analiza la relación entre textos de autor y narrativa oral, ofreciendo así un panorama actual de las posibilidades del género.