Desde su publicación en lengua francesa en 1989, el SCL ha sido ampliamente difundido y utilizado, tanto en Europa como en otros países, por profesionales e investigadores de la primera infancia.

Conociendo las dificultades inherentes a la elaboración y validación de un instrumento, la acogida de los profesionales representa para el equipo autor una satisfacción, más aún cuando no imaginaban al inicio tanta necesidad ni tanto interés. De hecho, la elaboración y unificación de instrumentos de trabajo constituyen una de las tareas de la investigación. Los resultados obtenidos en poblaciones clínicas y no clínicas demuestran que el SCL es un instrumento sensible y fiable.

No cabe duda de que la traducción y la publicación en lengua española de este instrumento será de gran utilidad para los clínicos y los investigadores, que se beneficiarán de un instrumento adaptado a sus necesidades.