La historia argentina de fines del siglo XIX y del XX no podría ser comprendida sin referir a la conformación temprana de una clase trabajadora de origen inmigratorio, a las práctica gremiales anarquistas, a la acción política del socialismo, o a la labor de organización de los comunistas. Incluso experiencias experiencias culturales de vanguardia, como el ultraísmo o el arte concreto, sólo se entienden cabalmente en relación con el anarquismo y el marxismo. Asimismo, las izquierdas jugaron un papel clave en la formación del movimiento obrero peronista, así como en el ciclo histórico que abre en 1955 y concluye en 1976.