Como sabemos, las grasas o lípidos son indispensables para la vida, porque son fuente de energía, intervienen en la síntesis de hormonal, protegen nuestras vísceras, etc. Pero su exceso o defecto en la sangre, puede provocar importantes alteraciones que ocasionen graves efectos en el corazón, arterias y cerebro. Desde el punto de vista clínico, tienen mayor importancia las alteraciones que cursan con un aumento de una o varias fracciones de los lípidos circulantes, conocidas como hiperlipidemias y su importancia radica en la capacidad de producir placas de ateroma en los vasos sanguíneos, esto es base de la enfermedad cardiovascular, primera causa de muerte y discapacidad en los países industrializados.