El texto analiza el comportamiento colusivo del capital y cómo funciona la lógica de su valorización en mercados imperfectos y con regulación ineficaz. Eso es, en definitiva, centralmente la economía sanitaria. En Argentina la consolidación de la medicina capitalista ha generado dos hechos claros. Por un lado, el asalariamiento de cuatro quintas partes del empleo mientras se reduce el número de quienes trabajan por cuenta propia.

En segundo lugar, un proceso de concentración de las empresas con menor cantidad de dueños. La contracara de esta situación ha sido una importante ola de cierre de establecimientos que deja el interior sin cobertura de internación adecuada. Todo esto, mientras los seguros púbicos organizaban redes supuestamente basadas en la lógica de la atención gerenciada.

Esta mercantilización de la atención médica vuelve a poner de relieve la temática del libro: las especificidades de la economía sanitaria, el problema de la información asimétrica, la relación de agencia imperfecta, la demanda inducida e innecesaria, las clínicas y su lógica de una yuxtaposición de intereses particularistas y en definitiva un contexto donde en demasiados casos faltan protocolos, donde hay variaciones de práctica médica no explicadas y donde se observa que en los regímenes de valor oligopolizados hay cartelización, búsqueda de rentas extraordinarias con sobre uso tecnológico y contradicciones que no desaparecen.

Se analiza finalmente la dificultad de implementar tanto reformas competitivas como regulatorias en el sector y la contradictoria evidencia aportada por la investigación comparada.