Queremos ser felices. Nadie discutirá esta proposición. La pregunta es: ¿Por qué nos cuesta tanto alcanzar esa finalidad? ¿Por qué suele prevalecer la desdicha sobre la dicha, en particular en estos tiempos de tanto proceso exterior?
Jaime Barylko dice que en lugar de salir tanto hay que pensar la felicidad en términos de entrar, de ir a lo hondo en y entre nosotros. El arte de vivir. Es un arte y hay que aprenderlo. La propuesta del notable pensador argentino finalmente aspira a la revolución del amor. ¿No es eso lo que usted realmente quiere?