El autor se plantea a lo largo del texto la utilidad de la nueva figura jurídica, pero también destaca el esfuerzo y el talento que han puesto los profesionales del Derecho y de la Construcción para hacer del Fideicomiso una herramienta moderna que convoca al desarrollo.
Ciudades de la Argentina y de otros países cercanos o remotos han encontrado un mecanismo jurídico, económico y financiero, que se muestra como instrumento posibilitante de una realidad nueva y pujante, tanto para la industria de la construcción como para otras industrias subsidiarias.
A través de las vertientes jurídicas del Fideicomiso se ha mostrado que una antigua institución ligada casi exclusivamente al sistema hereditario ha demostrado calificar para nuevas herramientas legales:
- El contrato de fideicomiso como mecanismo asociativo que reclama la más auténtica vocación de las personas que desean reunirse para actividades útiles de interés común. Y esas vertientes de ls derechos personales y de las obligaciones convocan a inversores y profesionales para desarrollar tareas empresariales.
- La propiedad fiduciaria, que representa una muy interesante modalidad de un derecho real fundacional, como es el derecho de la propiedad privada, pero actuando de manera apta y flexible para servir a una forma de garantía y resguardo para los inversores o ahorristas y también para los mismos administradores denominados fiduciarios.
- Finalmente, una forma dinámica y exitosa de convocar a las inversiones orientadas a la industria de la construcción, servida y potenciada por Arquitectura y el Urbanismo: El paso del Fideicomiso simple al fideicomiso financiero, como forma de concretar emprendimientos participativos con financiaciones aseguradas.