El joven Mateo Fonseca forma parte de la misión enviada por el rey Carlos III de España a Roma para acabar definitivamente con la Compañía de Jesús. Allí vive en primera persona las intrigas del cónclave vaticano para provocar la elección de un Papa que se comprometa a abolir a los jesuitas, las presiones políticas sobre Clemente XIV, su angustiosa muerte con acusaciones de envenenamiento y la conspiración que ensombreció la elección de su sucesor.

Como espía del gobierno y comisario real, Mateo es testigo de motines, de la expulsión de la orden de todos los territorios de los reinos de España, Francia y Portugal, incluidos los de América, y de la penosa navegación de los deportados, que es sufrida por su propio hermano. Una novela que, con amenidad y rigor histórico, da cuenta por primera vez, de forma exhaustiva, de uno de los episodios más dramáticos y menos conocidos de la historia.