El humor, la ironía, el desencanto, vuelven a apoderarse de las páginas de estas narraciones donde el autor, a veces sin premeditación y otras con alevosía, entra a formar parte de los relatos que aún cuando se desarrollan dentro de una realidad palpable, se los siente oscilar en la cuerda floja sobre la cual se mueve la vida cotidiana de quienes transitan en cada uno de los cuentos de Casola.