Ni la investigación policial, ni los recursos y requerimientos judiciales han echado luz sobre las aciagas circunstancias en que ocurrieron los hechos que le costaran la vida al Dr. Eligio Ayala y que, hasta hoy, permanecen imperturbables tras el velo nuboso de lo indefinido.

Motivo de inacabables comentarios desde hace más de ochenta años, los entretelones que antecedieron a tan desdichado incidente han sido puestos y expuestos en hipótesis y postulados, sin sustento ni confirmación, basados en apreciaciones absolutamente subjetivas y hasta antojadizas, así como en consideraciones inconsistentes que buscaban dilucidar los entresijos de aquella desventura.