La enfermera, y el personal de enfermería en general, soportan todos los días el estrés causado por el ejercicio de su profesión. Por un lado se hace necesario que estos profesionales sean capaces de identificarlo y por otro hay que dotarles de guías de autoayuda. Esto implica adiestrarles en el reconocimiento del estrés y ofrecerles herramientas para el control del mismo, lo que les permitirá desarrollar con satisfacción su tarea profesional.