El papa Pío XII lo condenó por su "nihilismo aterrador". Angustia, desesperanza, absurdo, la nada...: ¿reside en estos conceptos "desestabilizadores" la quintaesencia del existencialismo? ¿Por qué su convocatoria popular ha eclipsado sus profundas verdades?

Este libro comienza por el planteo sobre el suicidio de Camus: "Para ser vivida, ¿debe la vida tener un significado?", ¿o hay una cuestión aún inexplorada en la advertencia de Jean-Paul Sartre acerca de que el existencialismo es "la menos escandalosa y la técnicamente más austera" de todas las enseñanzas? La respuesta se encuentra en la fenomenología de Edmund Husserl, la conciencia "técnicamente austera", que inspiró a Martin Heidegger, a Sartre y a otros. Hay también otros senderos que se desvían hacia Kierkegaard, Hegel, Marx y Nietzsche. Y en el trasfondo, quedan las heridas de los tiempos oscuros del nazismo y la Guerra Fría.