La comunicación es el fundamento de una buena relación clínica. En esta, lo que da un sentido auténtico a lo que hacemos es el cómo lo hacemos. Este cómo comunicativo necesita una formación específica y sistematizada que debe incluir unos objetivos claros, unas estrategias definidas y una valoración retroactiva en la práctica de las habilidades aprendidas.
Este libro ofrece una orientación para la formación en habilidades de comunicación de los profesionales que atienden a personas con cáncer durante todas las fases de la enfermedad: el diagnóstico inicial, la elección entre diferentes tratamientos (incluyendo los ensayos clínicos), la recaída o la progresión durante el tratamiento, la información sobre el pronóstico, las revisiones y la transición a la fase final de la vida. También se incluyen estrategias para planificar una reunión familiar, comunicar los errores sanitarios, gestionar los conflictos o afrontar las diferencias de criterio entre distintos profesionales.
El conocimiento técnico es insuficiente por sí mismo para humanizar la relación sanitaria. Las buenas habilidades de comunicación son el mejor alivio para el sufrimiento, facilitan la toma de decisiones, ayudan a la curación y al cuidado de la salud. El profesional sanitario formado en comunicación mejora su bienestar personal, disminuye su nivel de estrés y previene el desgaste profesional.
Prólogo de José Carlos Bermejo
Introducción: La importancia de la comunicación en oncología
1. Las semillas de una buena comunicación en oncología
2. La comunicación de las malas noticias
Apéndice. La comunicación de los errores sanitarios
3. Las decisiones sobre el tratamiento oncológico
Apéndice. El tratamiento en un ensayo clínico
4. La comunicación del pronóstico de la enfermedad
Apéndice. Cuando finaliza el tratamiento
5. La comunicación en la transición al final de la vida
6. La comunicación con la familia
7. La comunicación cuando existe un conflicto
Apéndice. El conflicto entre profesionales sanitarios